PAÍS LIBRO

Autores

ralph barby

comisario canana

El viento soplaba fuerte. Según el jinete avanzaba, al pasar por una quebrada lo oía silbar, casi ulular, furioso y amenazador. Pero Jacky Packton, o el «Comisario Canana», como algunos le apodaban, no temía al viento porque sabía esconder su cabeza bajo el sombrero. Había protegido los ojos del caballo con su foulard de seda y el animal, confiando en él, se dejaba conducir sin encabritarse. Le llamaban el «Comisario Canana», puesto que no llevaba su placa colgando del pecho. Había oído comentar que algunos de sus colegas usaban la placa de plata hecha ex profeso a imitación de la que correspondía, y con el grosor suficiente para aguantar el impacto de una bala del 45 si venía de frente.