PAÍS LIBRO

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rae foley

no lloraron al muerto

Pilgrim Inn, remota y aislada en la zona rural de Connecticut, pertenecía en parte a Ballard Hitchcock, y era natural que llevara a su hermosa joven novia allí para su luna de miel. No era tan natural para él morir envenenado en su noche de bodas. Alan Scott había venido a la posada porque prometía aventura y emoción. Allí encontró un curioso y fascinante grupo de invitados, jóvenes y viejos, alegres y sombríos. Le interesaron; la Pilgrim Inn era justo lo que el médico le había recetado para dejar de pensar en viejos problemas. Y Scott pronto se encontró perdido en un laberinto de engaños y sospechas, incapaz de evitar el asesinato o de identificar al asesino.