«violent» gussy
—¡HOLA, novato! Eddy Morrell clavó sus ojos en el catre Inferior, donde había sonado la voz que saludó su llegada. La celda estaba casi en la penumbra, y sus ojos, acostumbrados a la luz de la galería, no hablan percibido con claridad el Interior. Las formas fueron haciéndose cada vez más visibles, y pudo ver, al fin, cómo la persona a quien correspondía aquella voz, se ponía en pie y le sonreía con ironía. Eddy se fijó en él.