PAÍS LIBRO

Autores

peter debry

tres fantasmas

Un hombre astuto, infernalmente astuto, había dicho el fiscal. Y sin paliativos en su criminal carrera, porque había nacido en buen ambiente. Alan Bulberry, levantándose, fue a ocupar uno de los cuatro taburetes empotrados en el suelo de losetas, fijo, al igual que la mesita baja.