PAÍS LIBRO

Autores

peter debry

soplo de terror

El disparo repercutió amplificado por las rocosas paredes del estrecho y corto desfiladero, truncando la silenciosa quietud del crepúsculo. Helen Harris, afianzándose en los estribos, apoyó la mano en la culata del rifle enfundado, examinando con inquietud los contornos rocosos del desfiladero a cuyo otro extremo se extendía el Desierto Vizcaíno. El caballo, tremente en largos estremecimientos su pelaje, piafada impaciente, como queriendo alejarse del paso que desembocaba en el desierto. Helen Harris siguió escrutando con creciente temor. La tierra caliza del desfiladero amortiguaba unas pisadas que iban aproximándose a la bocana de salida.