PAÍS LIBRO

Autores

peter debry

rapiñadores del aire

La bala pasó silbando agudamente, como un moscardón irritado, por encima del hombro derecho de Gavin Compton. Instintivamente, se agachó. La segunda bala fue como un súbito aliento quemante cercano a su cabeza. Fue a hincarse con ruido de taponazo en el respaldo del diván. La tercera latigueó en el vacío porque Gavin Compton, abandonando su agachada postura defensiva, acababa de saltar hacia un sillón.