PAÍS LIBRO

Autores

peter debry

de timba en tumba

El viento áspero silbaba por la estrecha callejuela del Bronx. Arremolinaba la fina llovizna en que iba destilándose el aguanieve que había empezado a caer hacia las seis de la tarde. Abraham Levinson trabajaba también horas nocturnas. A veces, las grandes ocasiones se le presentaban a horas distintas a las habituales en las tiendas normales. El oficio de lapidario tenía sus ventajas y sus inconvenientes en el barrio de peor fama de Nueva York. Pero Abraham Levinson conocía múltiples recursos, y sobrevivía.