agonía para dos
Simon Castel dividía el año en cuatro etapas. En verano, formaba parte de cualquier equipo de aserradores en el Pirineo francés. En invierno, se enrolaba en alguna flotilla pesquera de Biarritz. En otoño, descansaba. Era una estación de melancólica belleza, muy adecuada para el vagabundeo por la costa sudoeste de Francia. En primavera reposaba también, recorriendo a pie los caminos que florecían por la costa desde Colliure a la frontera italiana.