PAÍS LIBRO

Autores

pedro miguel guillén mejía

sicra. otoño rojo

Había navegantes, pero no como ellos se los habían imaginado. Las montañas comenzaban a moverse. El viento tuvo miedo y se escondió mientras que el otoño se volvió rojo por la sangre de los que morían en el camino. Las luces del mundo seguían dormidas. La oscuridad era la única compañera de viaje.