PAÍS LIBRO

Autores

patrícia wilson

¡no me quieras tanto!

Ningún hombre cuerdo querría la tarea de convertirte en mujer. Tara llevaba una tirante relación con su jefe, Ben Shapiro. Él le disgustaba sobremanera, a pesar de que era muy bondadoso con la madre inválida de ella. De cualquier manera, sabía que a Ben le agradaba la despampanante Wanda, quien estaba dispuesta a satisfacerle cualquier capricho. Entonces, ¿por qué surgían chispas cada vez que se encontraban y porque Tara siempre terminaba en brazos de Ben?