PAÍS LIBRO

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numa

diamantes

El hombre que golpeaba el tambor aceleró sus movimientos con frenesí, cual si estuviera acometido por una extraña fiebre. Una locura colectiva pareció prender en los moradores de la aldea nómada situada en el territorio comprendido entre los Lagos Alberto y Victoria, al oeste de Kampala y en la zona de bosques y pantanos. Los bailarines contorsionábanse sin seguir el ritmo en apariencia. No obstante, en sus giros y saltos había una uniformidad que indicaba cómo el tambor iba marcando todos los giros de las danzas.