nuestro lugar en el mundo
Los veranos en la campiña italiana son algo inolvidable, sobre todo si los compartes con alguien especial. Pero la vida siempre reclama su hueco y el tiempo acaba por enredarlo todo. O no. Quizá el tiempo acaba siendo necesario. Quizá la vida tiene un plan para todos nosotros. Quizá, aquello que apenas empezó a tomar forma, resurge con el viento, como unas ascuas que permanecieron candentes a través de los años. Tres vértices de una misma figura y la ciudad de Edimburgo como principal testigo. Decir adiós nunca fue fácil. Sanar las heridas es una ardua tarea. Aceptar nuestra verdad es lo más valiente que haremos nunca.