PAÍS LIBRO

Autores

mortimer cody

affaire perfecto

La última nota arrancada del piano se desvaneció, melancólica, en el aire. No hubo aplausos, no hubo rumores. Sencillamente, nada. Sin embargo, el pianista sonreía; una sonrisa ausente, como dirigida a un «más allá» lejano. El hombre que estaba junto al piano, con un vaso de whisky en la diestra y un cigarrillo en la mano izquierda, miró en torno. —Bien interpretado, McRae —dijo. McRae, el pianista, miró a aquel hombre.