la autoestima de los ovarios 2
Amada quiere enamorarse, pero, sobre todo, quiere que la quieran. Quiere tener novio, pero, sobre todo, quiere besar. Sin embargo, pasa el tiempo, vive en diferentes ciudades, conoce a varios chicos, pero ninguno le dice para ser enamorados. Liga, pero siempre le sucede lo mismo: los chicos que conoce son encantadores y besucones, de noche; patanes y ariscos (y hasta ofensivos), de día. Poco antes de cumplir los treinta, conoce a un caballero, Rino, que no intenta ni darle un piquito. «¡Por fin tengo novio de verdad!», piensa emocionada. Por fin encuentra el amor, pero no es como se lo imaginaba... Enamorarse no es fácil. Las almas gemelas no existen. Algunos hombres no besan antes, durante y después. La cama es frustrante. El destino es el peor de los patanes.