el rigor mortis de una lengua
Intentan salvar la relación. Usan gel de guaraná, toman maca andina. —¿Dónde pondríamos la cuna? —Bérgamo no, Bérgamo no —le responde Rino. «¿Mi órgano reproductor está sometido a su control? ¿En sus manos está el destino de mis óvulos?», se lamenta Amada. La provoca, ella reacciona. La castiga con días, semanas, meses de silencio. Amada no entiende nada, cree que se está volviendo loca. Vive una montaña rusa de emociones. Y, a veces, se autolesiona... Él se convierte en el caníbal de sus sentimientos, en el carnicero de su autoestima. Por fin encuentra el amor, pero es devastador. —¿Por qué mi novio no me besa en la boca? —le pregunta a cualquier desconocido. ¿Le darán la respuesta? ¿Rino superará la ansiedad? ¿Serán felices? ¿Rino y Amada se besarán?