PAÍS LIBRO

Autores

mike cameron

escoria

Una placa de metal junto al portón rezaba: LOS CEDROS. Más allá del portón se extendía un espléndido parque con árboles centenarios, césped, arriates de flores y amplios paseos umbríos y solitarios. En el centro del parque se alzaba el cuadrado edificio de un estilo indefinido, y al que sus arquitectos se habían esforzado en darle un aspecto más o menos acogedor. Tal vez lo hubiera sido si las ventanas no hubiesen sido enrejadas, y si la puerta de entrada no tuviera el aspecto de la sólida puerta de una caja acorazada.