el santo asesino
La apariencia física del nuevo párroco correspondía más a la de un actor de cine o de televisión que a la de un hombre dedicado a la oración. Gracias a su intenso trabajo, a su físico y a su valor personal, logró ganarse el cariño y aprecio de todos, hasta el punto de que fue considerado un santo. Sin embargo, mientras el sacerdote confesaba a la mujer más bella de la región, sucedió algo increíble, que hizo que quienes antes lo veneraban se convirtieron en sus peores enemigos. ¿Santo o demonio? El acusado no se defendió. Solo las agudas mentes del detective Pablo Morles y de su hijo Guillermo, serían capaces de desentrañar el misterio de lo que en ese fatídico día sucedió en el confesionario.