el preso 313
—¿Quién soy yo? —Abre los ojos y te lo diré. —¡Oh! ¡Una mujer tan grande como tú y no sabe reconocer a un hombre si no le ve los ojos! —¡Yo soy una niña! —Tú, bueno; pero yo... —¡Tú eres un mocoso de doce años! —¡Ajá! ¿Lo ves como me has reconocido sin abrir los ojos? Eres una mentirosa. —¿Yo?