48 horas en la picota
—¿Qué hace, madre? —Lo que tendrías que hacer tú. —Sí, pero... —Rasco la pared para que la cal penetre mejor. —Madre, se está usted matando inútilmente. Para cuatro días que uno ha de vivir... —Tú no llegarás a tantos. —Quiero decir que la vida son cuatro días y... —La tuya no durará ni dos.