gwen wynn o la heredera
El viajero que baje por el rio Wye en un bote, dirigiéndose desde la ciudad de Hereford (Inglaterra) a la ruinosa Abadía de Tintern, verá, en cierto sitio de la orilla una construcción semejante a una pagoda, con su techo cubierto de yerba, sostenido por algunas columnas: es simplemente una casa de campo, residencia de un caballero. Aunque ocupa un punto elevado, el viajero no podría verla sino desde cierto punto del río; si estuviese en frente no le seria dado divisarla, porque los álamos forman una especie de espesa cortina que la ocultan del todo. La orilla más alta del rio pasa por una isleta oblonja que se extiende en el agua en el espacio de varios centenares de metros; en aquel sitio se ve todavía un antiguo canal, abandonado ahora. A pesar de sus curvas, el Wye no es siempre tan caprichoso como pudiera creerse; pero andando el tiempo ha variado su curso en diversos parajes, formando isletas como la de que acabamos de hablar.