de rodillas
A Taylor, un rudo marinero de alta mar, le acaban de decir que, para poder llevar al altar a la chica de sus sueños, Mandy, ha de realizar un cursillo en la iglesia, a pesar de ser absolutamente ateo. Lo que él no espera es que el sacerdote que debe impartirlo, el padre Brown, tenga esos impresionantes ojos color avellana, esos labios carnosos, y esa forma de hablarle que le provoca estremecimientos. Por su parte, el padre Brown, Adam, atraviesa una crisis de fe y se plantea seriamente dejar los hábitos y volver a la vida seglar. Cuando aparece en su despacho aquel chico barbudo y bastante rudo, todo se precipita, porque en lo único que piensa es en cómo meterlo entre sus sábanas.