morir es muy fácil
Lou Denis había estado cenando con Sadie Moran en el «Yokohama Hotel», bebiendo con ella unas copas en el «Yellow Spot», bailando con ella en el Club de Prensa, y durante todo aquel tiempo, de una parte a otra, un sujeto de hombros caídos y gruesos labios les siguió. No se ocultaba ni disimuló su presencia, y fue en vano que Denis fingiera ignorarle. A la media hora de verle ya sabía que el desconocido era uno de los hombres del mayor Walker y que acechaba la ocasión propicia para hablarle a solas.