PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

venganza de mineros

Linda Kooskia detuvo el caballo y contempló el espectáculo que se presentaba a su vista, desde la altura en que se hallaba. Docenas de cabañas bordeaban el río que, meses antes, estaba solitario y en el que podía bañarse sin testigos en la época del calor.