vaquero y tejano
La ciudad de Lago Salado habíase convertido en una especie de templo para los mormones, como lo eran la Meca y Jerusalén para musulmanes y cristianos, y hacia ella, como en peregrinación, acudían en las fiestas anuales cientos de personas vestidas de mil maneras, con predominio del cow-boy. Los mormones habían conseguido transformar las casi estériles tierras de Utah en unos hermosos campos de avena con ranchos magníficos, en los que se criaba ganadería que no tenía que envidiar nada a la de Texas, Colorado y Wyoming.