un saloon en el campo
Barbara Willmar se había hecho popular en Wichita.. Aparte de que montaba uno de los caballos más bonitos que habían visto por allí, su belleza era extraordinaria, y su desenvoltura llamaba la atención, por no ser frecuente en las mujeres de la tierra. Montaba a caballo y vestía lo mismo que un hombre. Pero su popularidad tenía otra causa, aunque lo dicho fuera suficiente.