PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

su misma ley, el colt

Hacía jadear la máquina del ferrocarril el exceso de nieve; su avance era lentísimo. Los viajeros pegábanse a las ventanillas para contemplar el selvático, paisaje. Era necesario pasar con frecuencia la mano por el cristal para hacer desaparecer la película que se fijaba en el mismo como índice de la frontera entre dos temperaturas opuestas. Muchos de los viajeros llevaban juntos varias horas, habiendo hecho esa amistad que parece obligada después de tanto tiempo de convivencia íntima.