pólvora y cáñamo
Descender de una belleza casi rústica como el lago Tahoe, de cuya visión es difícil olvidarse, a una vegetación escasa, casi nula o calcinada por un sol implacable, fue el contraste que el jinete experimentó, teniendo que colocar el pañuelo debajo del sombrero para proteger mejor la cabeza del calor reinante.