PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

pistolero solitario

La mujer que descendía de la diligencia era muy bonita. Miró en todas direcciones, contemplando la ciudad de Denver con más curiosidad que interés. Los testigos que a diario esperaban la diligencia se fijaron en ella con la máxima admiración. Las ropas de la joven eran elegantes, finas y vistosas. De las que usaban las mujeres del Este y las bailarinas o cantantes que solían actuar en el teatro que habían hecho en la avenida de Lincoln. Una sonrisa burlona o picaresca asomó en varias bocas.