oro y plomo
La Historia está llena de hechos reveladores. Pequeños detalles: hechos de intrascendente apariencia, se han convertido en jalones que marcan etapas en la senda ascendente del progreso. Un pequeño detalle: la observación de algo improcedente, ha conducido a descubrimientos científicos de enorme trascendencia para la Humanidad. La partida de Stuart, que en 1858 descubrió oro, no podía suponer que iba a ser la causante de la colonización de un vasto espacio de la Unión. Abrieron el llamado Camino de Mullan por un lado, pues los fracasados buscadores del Pacífico se lanzaron desde Wall-Walla, a través de montañas y dificultades, hacia donde la aludida partida de Stuart había encontrado oro.