oro y dinamita
—Anthony Sheridan está en el saloon , Leonard. Preguntó por ti en el mostrador. —¡Caramba! Hacía tiempo que no nos visitaba. Algún nuevo negocio querrá proponerme. Déjame solo. Desde que discutiste con su hijo, Anthony no puede verte. Echóse a reír el visitante. —Estoy arrepentido de no haberle roto la cabeza… Tengo buenas noticias para ti. Sé dónde se encuentra Bob Connell. Cinco dólares me ha costado la información. Cinco dólares y una botella de whisky que se ha bebido el minero que me ha confiado el secreto.