PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

órdenes especiales

El jinete desmontó ante la oficina del sheriff, echando un vistazo a lo largo de la calle principal. Todos los locales de diversión se hallaban cerrados. Sonrió tranquilo y consultó su reloj. Las agujas marcaban las cuatro en punto de la madrugada. Amarró el caballo a la barra y se acercó a la puerta de la oficina. Dio unos golpes suaves y esperó.