moneda para cuatreros
Dutch, el dueño de la manada, vio alejarse a su capataz, George Curtis, y paseó muy preocupado. No se tenía la menor noticia de los jinetes que iban delante. Esto indicaba que, en muchas millas, aún no habían hallado agua. Llevaba una verdadera fortuna en reses. La pérdida de este ganado sería su ruina sin apelativo alguno.