PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

merecían la muerte

Keller salió a cumplimentar la orden de su patrón. Habló con los vaqueros y todos estuvieron de acuerdo con el capataz. La temperatura había descendido mucho durante los últimos días. A partir de aquel momento, los vaqueros empezaron a trabajar sin descanso durante más de diez horas diarias. Cinco días después de esta conversación entre patrón y capataz, la mayoría del ganado estaba en los estables que tenían preparados para esta época.