PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

los pistoleros

Stanley Smith era uno de los hombres «duros» que el Oeste daba con alguna frecuencia. Había conseguido hacerse respetar y temer en una ciudad como Dodge, en la que durante meses se dieron cita los peores gun-men de la Unión. Hasta su designación como sheriff, este cargo era transitorio. En un año, la revuelta ciudad, llegó a conocer hasta siete distintos. De estos siete, cinco fueron enterrados. Los otros dos habían abandonado el cargo por presiones presumidas, pero que no llegaron a conocerse. Y salieron de la población para no regresar más a ella.