leva en san francisco
-Venga. Subid todos a cubierta. Vamos, levanta. ¿Es que crees que has sacado pasaje de lujo? Daos prisa. Con la luz que entraba por la escotilla de la bodega, relucían los sombreros de hule acharolado de los marinos, que, con un rebenque en la mano, golpeaban a los que se hallaban hacinados en la bodega, cuando el vaivén que se acentuaba les decía que se hallaban en un barco y que éste se había puesto en movimiento.