PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

la verdad de tío walter

¡LIZ…! —Ahora salgo, Greta… Momentos más tarde apareció Liz, la dueña del almacén, limpiándose las manos con el mandil. —Estaba fregando los cacharros… —decía—. ¿Querías algo…? —¿Tenéis algún barril de whisky…?