PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

incubadora de pistoleros

Se agolpaban los curiosos ante el escaparate en que estaban expuestas las armas y la silla de montar que como premio se añadían para los ganadores de los ejercicios ese año. Y los premios, por capricho de los amigos del gobernador, invitados por éste, habían entregado dinero para agregar a la cantidad acordada por la comisión de festejos. Y al repartir lo añadido a lo acordado, resultó a tres mil dólares el premio al ganador de cada ejercicio. Las armas y la silla eran regaladas por el dueño del saloon Spanish. El periódico de la ciudad hizo saber la importancia de los premios, un mes antes de la fecha de las fiestas.