gobernador pistolero
—¡Muy bien, Betty…! ¡Muy bien…! No hay duda ya… Puedes dar un disgusto a esos presumidos del Edén. —¿Estás seguro, Buck…? —Completamente seguro. Y no debes decir nada para sorprenderles… Podemos seguir entrenando a este animal lejos de las miradas de los vaqueros y de tu hermano. —Ellery no creerá nunca que podamos con los caballos que tienen los Carter. —Lo que os pasa, es que tenéis mucho miedo a los Carter y veis en ellos lo que a veces no es verdad. La muchacha miró al vaquero, sonriente.