PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

dallas no es oklahoma

—¡Vamos…! ¡Vamos…! ¡Es la hora de los clientes…! Debéis estar todas en el salón —y la que hablaba daba palmadas de apremio para que las jóvenes se prepararan rápidamente a fin de animar con su presencia el local más concurrido de Dallas. Se decía que era el negocio más limpio de todo Texas. Y se aseguraba que producía tanto como un buen pozo de petróleo. Se movían en él una veintena de muchachas. Y todas guapas. El éxito de ese local estribaba en ellas. Local que estaba valorado en varias decenas de millares de dólares.