PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

cuadrilla de cobardes

La joven le sonreía y, sin decir nada, al ver que desaparecía con el cobarde que la amenazara, nadó hacia el lugar en que estaba su ropa. Sin explicarse la razón, tenía confianza en ese gigantesco muchacho que había castigado a míster Kane. Estaba completamente segura de que no sería observada. Al acercarse a la orilla y salir del agua, sentía los lamentos de míster Kane, afirmando que era una broma.