PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

¡como lobos!

Tucuncary era una pequeña población, muy pequeña. Y míster Bruce Roswell uno de sus pocos habitantes. Pero esa pequeña población tenía un encanto para él. ¡La tranquilidad! Tenía una esposa: Maud, y una hija: Peggy. La relaciones matrimoniales no se podía decir que fueran muy armoniosas. Pero Bruce tenía una gran virtud: tenía una dosis excelente de paciencia. Y cuando Maud, enfadada, y se enfadaba con frecuencia, le gritaba, miraba sonriendo a su esposa y no decía nada. Esto era lo que más enfurecía a Maud. La propiedad que tenía era modesta como modesta era la vivienda. En sus enfados, después de insultarle, le amenazaba con marchar. Pero esto lo había dicho centenares de veces.