baraja de granujas
El que había disparado lo hizo dos veces más. La segunda alcanzó a la cabalgadura, que rodó sin vida. Rodney corrió a guarecerse entre las rocas de la montaña, a cuyo pie se encontraba, y que era lo que se proponía al montar a caballo. Su atacante miraba con atención desde la cima de la montaña. Una nueva bala salpicó su frente de restos de roca. El del rifle estaba demostrando ser un buen tirador. Corrió a guarecerse en otro refugio más seguro. Y de este modo, iba avanzando hacia la cumbre.