PAÍS LIBRO

Autores

m. l. estefanía

aquí comienza el infierno

Se hablaba animadamente en la casa de Walker, saloon situado en la calle principal de Barstow, cuando apeáronse dos hombres de sus respectivas monturas, vestidos indistintamente de cowboy y minero, en una combinación tan extraña que hacía sonreír a la mayoría de los presentes y, empujando las dos hojas de vaivén de la puerta, entraron en el local. Una vez dentro, miraron a un sitio y a otro, escudriñando los rostros de los asistentes con tal detenimiento y fijeza, que los observadores sentíanse violentos e inquietos.