PAÍS LIBRO

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louis g. milk

la cosa

Todo comenzó cuando los generadores Dorpfmann hicieron posible las ecuaciones Baranov-Díaz. Muy posiblemente, en caso contrario, esta historia no se habría escrito o quizá habría tardado mucho tiempo — ¿siglos? —en escribirse. Una cosa es la teoría —las ecuaciones Baranov-Díaz— y otra es la práctica, los generadores Dorpfmann. Ambas se complementan tan íntegramente como el hombre y la mujer; sin ellos el mundo no existiría. La teoría sin la práctica no es nada y, viceversa, no puede llevarse antes nada a la práctica sin antes conocer la teoría. Me refiero a casos concretos como el que estoy citando.