luna de miel en malibú
Horton Barrow miró el cadáver. Se trataba de un hombre de alrededor de sesenta años, de apariencia más bien frágil y estatura media, bastante calvo en el centro de la cabeza y muy corto el poco pelo de los lados. Toda su indumentaria era una vieja gabardina, que ciertamente no encajaba con el calor del verano. Por lo demás, estaba desnudo completamente. Había muerto de un balazo en la espalda, había sido desnudado, le habían colocado la gabardina y, finalmente, le habían llevado a la quinta en construcción, relativamente cerca de Beverly Hills. Mucho trabajo.