PAÍS LIBRO

Autores

lou carrigan

los elegantes

El inspector Gordon, jefe de la Delegación del FBI en Miami, acabó de leer el montón de papeles que formaban el informe que había sido sometido a su aprobación, tanto en su contenido como en su forma. Miró a los tres agentes que tenía ante él, sentados alrededor de su mesa, fumando a la espera de su decisión. —Buen trabajo, muchachos… —aprobó—. Como complemento a las investigaciones realizadas en otros lugares y por otros grupos del Servicio, creo que esto es inmejorable. Incluso diría que exhaustivo, definitivo por sí mismo. Sí, señor: buen trabajo. Los tres agentes sonrieron, complacidos. Daba gusto tener un jefe que sabía elogiar un duro trabajo, y comprenderlo.