PAÍS LIBRO

Autores

lou carrigan

el loto es mejor que el luto

Entre la India y Birmania, en lo más alto del gran macizo montañoso del sur de China y al oeste del Himalaya, se elevaba el pequeño país regido por el rey Komivol, dueño y señor de Timal. Y desde una de las terrazas de su hermoso palacio de las altas cumbres, Komivol contemplaba las nieves eternas que lo rodeaban en la distancia de un azul puro, diáfano, de un cielo sin contaminar, de un aire sin corromper. Alto, fuerte, grande, con la cabeza completamente afeitada, de color del bronce su tersa piel, casi hermoso, grande en su pequeño reino asiático, Komivol veía todas las bellezas que le rodeaban de cerca y de lejos, pero solo las veía con los ojos, no con el pensamiento, no con la mente.