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lou carrigan

el cadáver de tu enemigo

—Bueno, ahí lo tenemos —señaló Weston Sims desde la columna—. Salvo que nos hayamos perdido, ese pueblo tiene que ser Bradville. Y tiene muy buen aspecto. Douglas Relligan miró a su amigo Weston, volvió a mirar hacia el pueblo que debía ser Bradville, Tejas, y luego volviéndose en la silla de montar echó un vistazo hacia atrás y a los lados. Tras todo esto, frunció el ceño y dijo: —Yo lo veo todo muy seco. —¡Hombre, eso son cosas del verano! —rió Weston—. Conocí a un tipo que estuvo en Canadá y siempre decía que aquello está lleno de agua hasta en verano. Pero Tejas no es Canadá, ¿sabes? Aquí, el verano es el verano. —Firmado: Séneca —sonrió Relligan.