rompiendo reglas
¡Ya es suficiente, no puedo soportarlo más! Por meses he intentado que el Profesor Luis Carvalho se fije en mí. Me visto muy provocativa, lo miro directo a los ojos y humedezco suavemente mis labios cada vez que me mira. Lo único que quiero hacer es sacarlo de su sala de clases y despojarlo de sus ropas para una clase privada… ANDREA RODRÍGUEZ: Soy una sexy pelirroja con impulsos sexuales que harían que cualquier estrella del porno se sintiese orgullosa. Además, sufro de complejo paterno, me encantan los hombres mayores y muchos de ellos han degustado las delicias que hay bajo mis bragas. ¿Por qué será que Luis Carvalho no aprovecha la oportunidad de estar conmigo? Incluso después de nuestro pequeño examen oral en el baño me sigue alejando, ¿acaso es su forma de torturarme? Pues bien, dos pueden jugar el mismo juego. LUIS CARVALHO: Al demonio con esta niña, ¿Es que acaso no entiende que existen reglas que prohíben a los profesores tener sexo con los estudiantes, independiente de cuan sensuales y ardientes sean? Parece no importarle que si tenemos sexo me despedirán y yo no pienso arriesgar mi trabajo solo por tener sexo con ella, de ninguna manera. No lo haría, aunque dejase su tanga húmeda sobre mi escritorio y apareciera desnuda en mi puerta. He trabajado muy duro para llegar donde estoy en esta universidad y no echaré todo a perder por ella… o al menos eso es lo que me sigo repitiendo. Esta es una novela corta de 25.000 palabras, apta para mayores de 18 años. Es una lectura ligera con escenas explícitas ideal para quienes disfruten de romper las reglas.