un granuja con agallas
El caballo iba al paso, junto a la acera, levantando con sus cascos una tenue capa de polvo. El Ranchito estaba dos manzanas más abajo, a la derecha y, al acercarse al saloon, el jinete vio el letrero que había pegado sobre una de sus paredes, al lado de la puerta. El anuncio no podía ser más interesante; un grupo de girls bellísimas como ninguna, y una cantante, Pamela Moore, cuya foto estaba allí, con un rostro atractivo, unos labios bien dibujados y unos ojos grandes y negros como la boca de una mina. Los cabellos enmarcaban el rostro, donde la nariz respingona ponía una nota picaresca en el conjunto. Joe sonrió.